La nueva reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos se quiere acercar a los hábitos europeos en materia de vivienda. En Europa, más del 60% de la población vive de alquiler. Ello permite que los fondos dedicados a hipotecas puedan derivarse a inversiones de tipo industrial o comercial. Incrementa el consumo de la población y facilita la movilidad cuando se busca trabajo y otras ventajas de tipo socio económico que se han impuesto en Europa por estas y otras razones.