Edificios emblemáticos, tiendas, oficinas, casas, apartamentos… En definitiva, prácticamente todas las tipologías posibles del gran parque inmobiliario español han sido adquiridos a buen precio por capitales extranjeros de fondos de inversión, empresas o ciudadanos de otros países buscando una rentabilidad para su dinero o una vivienda de vacaciones. Una buena manera de activar la economía española.