En noviembre de 1088, durante la época de los reinos de taifas, Alfonso VI, rey de León, se trasladaba hacia el sur para socorrer a los defensores de la fortaleza cristiana de Aledo*, sitiada por tropas andalusíes y almorávides.
Para esta batalla el rey creyó conveniente la intervención del Cid y sus tropas, que se encontraban en Xàtiva en aquel momento. Éste ordenó a Rodrigo Díaz que le esperara en Villena, para seguir juntos, con sus tropas, hasta Aledo; Rodrigo, sin embargo, prefirió esperarle en Ontinyent, enviando exploradores a esperar al rey para coordinar el encuentro, pero éstos no lograron localizarlo.
Al llegar Alfonso VI a Villena y no encontrar tropa alguna que le esperara, prosiguió hasta Aledo, rompiendo el cerco al que estaba sometida por las tropas musulmanas y recuperando la plaza.
A pesar de la victoria, el rey se ensañó con el Cid, sintiéndose traicionado, lo que supuso para Rodrigo graves consecuencias posteriormente.
*Aledo es una población de la provincia de Murcia, importante enclave estratégico en aquel tiempo.